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Lejos de tener la rigurosa disciplina de Carlos Bilardo, uno de los entrenadores que más lo marcaron en su carrera, Diego Maradona impuso en la Selección Argentina un estilo más flexible, lo que permite a los jugadores salir de noche y tener sexo durante la competencia deportiva.

Maradona adoptó desde siempre una actitud más cercana y complaciente hacia el jugador que aquella que poseen la mayoría de los técnicos y que resulta ser más distanciada y similar a la de un jefe con su subordinado.

Los permisos y libertades que otorga Diego no deben ser tomados como pincelazos de libertinaje, sino como ciertas licencias otorgadas a los jugadores, quienes no pueden sobrepasarse.

En las ultimas horas, el médico de la Selección, Donato Villani, siguiendo con la pautas del DT anunció que los jugadores “podrán tener sexo durante el Mundial de Sudáfrica, pero con parejas estables y sin usar aditivos, como puede ser el champagne u otras bebidas”.

Acá se marca la primera diferencia notoria con Bilardo, hoy mánager de las Selecciones Nacionales, ya que para el certamen de México 1986 el entonces entrenador les prohibió que mantuvieran relaciones sexuales durante la competencia. Incluso uno de los futbolistas de aquella camada, que no quiso revelar su nombre, recordó también que el doctor se levantaba a la madrugada para controlar que ninguno se masturbara.

Pero Maradona no quiere ser enemigo de sus dirigidos, sino que apela a toda su confianza para transmitir respeto y también lealtad. Diego parece estar en la vereda de enfrente del rigor que impuso Bilardo.

Habrá que ver cuál de los dos estilos es el mejor, pero lo que no se podrá negar es que Diego, como siempre se cansó de repetir, está “más cerca del jugador que del dirigente”.